Contra el viento en Costello

Ya habíamos oído que iba a ser una pasada, que iba a haber sorpresas, que iba a ir un montón de gente y que iba a ser uno de los conciertos del año. Pero una cosa es oírlo y otra es comprobarlo y ahora podemos decir que lo hemos comprobado.

Fue un show conciso y crudo. Los diez temas del disco, directos como balas apuntando al público, que los aplaudió y cantó todos y cada uno. Para empezar con fuerza, se encienden las luces y... ¡Malas hierbas! Sonrisas y buena energía inundaron el Costello al ver a Sergio, Álex, Héctor y Loza sobre el escenario tocando el último single de Contra el viento.

La canción del olvido fue la siguiente en dejarnos con la boca abierta, llegaron también los vientos, que os aseguro que soplaron a favor y arroparon la canción increíblemente bien. Siguiendo el orden del disco le tocaba a Mil motivos en la que vimos a Álex Riquelme lucirse a la batería y al público ya entregado al 100%.
A continuación Prometo no hacerte una canción, calmando un poco el ambiente y emocionándonos con la dulzura que desprende. Y como sorpresa del directo, el arreglo especial de los vientos sustituyendo a la armónica, a la que echamos un poco de menos, por cierto.

Ya en el ecuador del concierto llegó el turno de Ajedrez, posiblemente una de las que más disfruté por la seguridad y la fuerza que nos cayó encima desde el primer segundo. Impecable. Después Carne de cañón con coros del público y palmas varias. Y luego, el esperado momento ¡No me castigues! nos sacudió y bien con ese rollo blues, os dejo un trocito.

El concierto estaba más que encaminado ya, el público atento y sin perderse detalle, los músicos totalmente entregados y el Costello albergando toda la emoción que cabía en su parte de abajo.
Ya quedaba muy poquito, Duelo final para poner el último brochazo de rabia y Vuelta a casa para tocarnos un poco la fibra. Y la última, como no... Contra el viento. Irrumpió en la sala como si llevara esperando salir todo el concierto, Sergio nos cantó con una ilusión y una energía tremenda y terminó el show sentado a la batería disfrutando tanto o más que nosotros, y tenemos vídeo de demostración...

Y ahora sí, se acabó lo que se daba. Se despidieron con una descarga de rock que nos hizo bailar y cantar hasta el último segundo, Shout y fin de la velada! Sin duda un concierto que no voy a olvidar y que dejó constancia de la experiencia que tiene Sergio sobre el escenario, un front man absoluto que no nos dejó parar de cantar en todo el concierto, ¡un 10!